La tarde del viernes 18 de mayo fue un momento especial para la comunidad escolar. Nuestros alumnos de 2º de Bachillerato celebraron el final de curso con la presencia de sus familias y profesores.
La Directora del Colegio, que ha tenido la oportunidad de conocerlos desde pequeños, pudo dirigirse a los asistentes y en especial a los alumnos que ha acompañado también como orientadora a lo largo de los años. En unos tiempos donde lo esencial no es el amor, quiso recordarles que precisamente nuestro colegio este valor está de moda. Para ser felices y amar a las personas hay que empezar queriéndose uno mismo.
Las familias hablaron con emoción de los quince años compartidos y cargados de experiencias. El Colegio siempre tendrá un lugar en su memoria, pues a lo largo de este tiempo hemos visto cómo aquellos niños que llegaron se han ido convirtiendo en hombres y mujeres que han de afrontar ahora el reto de la vida. Un trabajo conjunto donde el diálogo con los profesores y su disponibilidad ha sido constante. Hubo también un momento para las amistades y la impronta de las mismas que ha de acompañarles en el futuro.
Precisamente en la amistad se centró la intervención de los alumnos. Aquí se han conocido y el tiempo les ha llevado a compartir sus vidas. Todos conservarán el recuerdo y algunos seguirán caminando juntos a lo largo de los años. ¿Quién no recuerda a sus compañeros más queridos?
Después de la imposición de insignias de antiguo alumnos de La Salle, disfrutamos de un cóctel organizado con la colaboración del APA. Con mucha atención e interés transformaron el patio escolar para convertirlo en un agradable lugar de encuentro en el que familias y profesores tuvieron la oportunidad de compartir recuerdos y revivir el tiempo y sus anécdotas.
Desde el Colegio queremos desearos mucha suerte en la nueva etapa que ahora se abre ante vosotros. Recordad que en estos años decisivos, donde lucharéis por vuestra vocación y emprender vuestras vidas, San Juan Bautista de La Salle seguirá acompañándoos.