El 14 de mayo fue el día elegido este año 2024. El día comenzó con una acogida y una eucaristía a la que acudimos en la vecina parroquia del Santísimo Cristo de la Victoria. Luego llegó el momento de compartir en clase un desayuno de lo más castizo, disfrutando un chocolate con churros.
Con la segunda yincana lasaliana llegó el momento grande que cerró la mañana. Los alumnos de Bachillerato lideraron equipos formados por otros compañeros que iban desde tercero de Primaria en adelante. Juntos, acudieron a las postas donde le fueron planteados diferentes desafíos: algunos requerían componer, otros conocer la historia de nuestra institución, todos colaborar para resolver alguna situación e incluso había retos en inglés. La hora y media que duró el juego cerró con un encuentro en el patio, donde habían de resolver la frase final, a partir de las pistas que habían ido consiguiendo.
Los alumnos más pequeños siguieron con música y juegos en el patio, mientras los mayores se reincorporaban a la actividad docente. Crecer implica sacrificios y responsabilidad.
Un año más, la experiencia fue preciosa. Las sonrisas llenaban los pasillos y todos, indistintamente de su edad, colaboraron y se sintieron conminados a participar. Muchas fueron las anécdotas, surgidas del encuentro con otros compañeros, a los que descubrieron de esta forma tan emocionante. Todos suscribieron que les había sabido a poco.
Queremos agradecer especialmente a los alumnos de Bachillerato, gracias a cuya entrega y generosidad fue posible el desarrollo de esta bonita actividad.
¡Seguro que el próximo curso repetimos la experiencia!