Hemos concluido el proyecto de comprensión G30, desarrollado por los alumnos de 4º ESO, una propuesta que invita a mirar el mundo con espíritu crítico y a comprender las dinámicas de poder que lo configuran. Bajo el título G30: Invitación al Contraste, el proyecto juega simbólicamente con la idea del G7, sugiriendo que nuestros jóvenes, con criterio, formación y conciencia social, también tienen la capacidad de influir —y transformar— el futuro.
A lo largo de varias semanas, los estudiantes han profundizado en cómo se gobierna el mundo, quién toma decisiones y qué estructuras condicionan el desarrollo de los países. Para ello, han trabajado desde la interdisciplinariedad, analizando fenómenos políticos, sociales y económicos con una mirada rigurosa, documentada y en diálogo constante con la actualidad. El objetivo no solo ha sido comprender el poder, sino aprender a interpretarlo, cuestionarlo y proponer alternativas.

Este proyecto se enmarca dentro de una narrativa más amplia. Da continuidad a Algoritmos, en la que exploraron el poder de los datos y su impacto en la sociedad, y abre camino hacia Just Free, el próximo proyecto, donde reflexionarán sobre modelos económicos alternativos basados en lo gratuito, la cooperación y el voluntariado. De este modo, G30 se sitúa en un puente perfecto entre lo que fuimos investigando y lo que está por venir, construyendo un recorrido de pensamiento crítico y ciudadanía activa.
La fase final del proyecto ha sido especialmente significativa. Por un lado, los alumnos elaboraron cubos de papel para vivenciar las limitaciones y dificultades asociadas a la escasez de recursos, una dinámica potente que permitió dialogar sobre desigualdades, capacidad de decisión y justicia social. Por otro, desarrollaron sus propios partidos políticos, formulando propuestas concretas sobre ámbitos tan esenciales como la sanidad, la educación, la economía o los servicios sociales. Un ejercicio que les permitió poner en práctica la argumentación, el trabajo cooperativo y la toma de decisiones consensuada.

Con G30, nuestros alumnos comprenden que el mundo no es algo lejano ni inaccesible: es una realidad que se puede pensar, analizar y transformar desde el aprendizaje. Una vez más, confirmamos que la escuela es el mejor laboratorio de ciudadanía, y que nuestros jóvenes poseen las herramientas y la sensibilidad necesarias para construir un futuro más justo, crítico y humano.