Los profesores de inglés de secundaria propusimos, hace algunas semanas, un reto interesante a nuestros alumnos. Teniendo en cuenta el contexto, les lanzamos el desafío de pararse a pensar en las cosas positivas que estos días de confinamiento están trayendo a nuestras vidas. Todos hemos incluido, ya casi de manera natural, unas nuevas rutinas a nuestras vidas, nuevos horarios, nuevas formas de trabajar y también estamos disfrutando de un ocio diferente, pero esto ha llevado y nos sigue llevando tiempo.
Por supuesto, este ajuste en nuestra nueva forma de vivir ha tenido sus días buenos y sus días no tan buenos donde, quizás, echamos aún más de menos nuestra rutina anterior, pero tenemos que mirar hacia delante y adaptarnos a lo que quizás va a ser nuestra “nueva realidad”.
Como no podía ser menos, nuestros chicos también están sacando su parte más creativa. Descubren nuevas destrezas, como la cocina, retoman hobbies olvidados a los que llevaban tiempo sin prestar atención por falta de tiempo y, lo más sorprendente, están apreciando, más si cabe, lo importante que es pasar tiempo y disfrutar de sus familias.
Os dejamos a continuación una representación de sus “reflexiones”, escritas a su manera y sin “maquillar”, hemos disfrutado mucho leyendo estos diarios y ha sido una manera más de acercarnos a sus vidas, aunque sea en la distancia.