Los alumnos de Bachillerato están en un momento crucial de sus vidas ya que empiezan a tomar las decisiones que les llevarán por un camino u otro en su recorrido académico, decidiendo por qué profesión optar. Por ello, es vital la coordinación con otros organismos para ofrecer una visión práctica de todos los aprendizajes que realizan en sus aulas y cómo conectan estos aprendizajes con la vida real. En este caso, os transmitimos la experiencia de dos de nuestros alumnos, Jimena y Javier, en la masterclass ofrecida por divulgadores del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). ¿Qué mejor que sus palabras para entender la importancia de este tipo de propuestas?

Y no es otra cosa sino la curiosidad lo que nos hace verdaderamente humanos. Desde que el tiempo tiene nombre, siempre hemos tratado de comprender aquello que nos rodea a través de preguntas que, en algunos casos, condujeron al destino trágico del emisor (sí, me refiero a Sócrates). Sin embargo, siempre hubo una pregunta que danzaba sin cesar en la mente de grandes pensadores: ¿Qué es la realidad? Aunque grandes intelectuales han tratado de dar respuesta a esta cuestión tan trascendental, algunos con más éxito que otros, no ha sido hasta el siglo pasado, momento de auge para la ciencia, cuando empezamos a comprender la realidad en su forma más elemental e indivisible.

Grandes físicos como Schrödinger o Heisenberg fundaron las bases de lo que hoy conocemos como física cuántica, allanando el camino para la posterior investigación en la física de partículas. Hoy en día, numerosas organizaciones a lo largo y ancho del planeta realizan esfuerzos inhumanos para comprender más a fondo el mundo de lo más pequeño. Ejemplos de estas son CERN, Fermilab, o el CIEMAT, que cuenta con una división encargada del estudio de este campo de la física. Es esta institución la que ofrece anualmente la posibilidad de que alumnos de segundo de bachillerato accedan a una masterclass para conocer más a fondo el mundo subatómico.

Este año, nosotros, Jimena y Javier, hemos tenido la suerte de poder asistir y aprender de la mano de grandes comunicadores y divulgadores como Jesús Puerta Pelayo. En esta jornada aprendimos las bases teóricas del Modelo Estándar, observamos a través de una cámara de niebla las partículas resultantes de la colisión de los rayos cósmicos con las moléculas de la atmósfera, y tras las explicaciones pertinentes, clasificamos colisiones producidas en CMS (solenoide compacto de muones por sus siglas en inglés) según las partículas que se habían desintegrado. Una vez conocidos los resultados, los comparamos con el marco teórico del modelo estándar. Sorprendentemente los resultados se asemejaron bastante a las predicciones. Tras esto, contactamos con instituciones de todo el mundo que realizaron el mismo ejercicio para poner en común los resultados y volver a compararlos con la teoría, volviendo a obtener los mismos resultados. Fue una experiencia inolvidable para todos nosotros en la que conocimos a gente maravillosa con la que continuamos manteniendo relación.