Para nuestros estudiantes de la ESO siempre es un placer descubrir y aprender de los grandes descubrimientos que la Ciencia nos ha brindado durante tantos años. Concretamente, en el año 1971 se lanzó mediante un cohete tipo Saturno el Apolo 15 dirección a la luna,  llevando como tripulantes a David R. Scott -comandante-, Alfred M. Worden y James B. Irwin. Durante las 77 h y 55 min de permanencia en la superficie de la Luna, aprovecharon 18 h y 35 min para realizar tres paseos lunares y numerosos experimentos científicos. Entre estos, el comandante Scott, realizó una demostración en vivo para las cámaras de televisión, el conocido experimento del martillo y la pluma.

Esta demostración la hemos simulado en las clases de 2º ESO durante esta semana. Lógicamente ellos no han ido a la Luna, al menos en la clase de Física y Química, pero sí han conseguido evitar el rozamiento y conseguir que una caja con un papel en su interior, caiga a la vez que una caja con una agenda y un monedero. cómo lo han conseguido? ¡Solamente ellos lo saben! Al final llegaron a la misma conclusión que Galileo, que ambos están sometidos a la misma aceleración, aunque posean diferentes masas y es el rozamiento lo que hace que tarden más o menos en caer. Estudios que posteriormente han visto en el aula junto con los de Isaac Newton, que en la quizás más famosa obra de la ciencia moderna Philosophiæ naturalis principia mathematica expone los principios de la mecánica enunciando sus tres famosas leyes del movimiento. Este movimiento que han observado, evaluado y valorado durante sus clases de física y química esta semana.

Es precisamente este aprendizaje mediante comparación y simulación de experimentos reales incluidos dentro de nuestro nuevo contexto de aprendizaje (NCA), tal y como los grandes descubrimientos han llegado a darse a conocer siguiendo el método científico, consiguen en nuestro alumnado una asimilación mucho más rápida y eficaz, además de aprender de una manera diferente sobre todo lo que nos rodea en nuestro día a día.