No hay mejor forma de aplicar lo aprendido que con actividades novedosas para el cierre de un tema. En 4º de Biología, tras terminar el tema de las leyes de la herencia y con el fundamento teórico de que la información genética, que determina cómo somos cada uno de nosotros, está en nuestros cromosomas, hemos dedicado dos sesiones a estudiar los cariotipos del ser humano.

Cada alumno de la clase disponía de un cariotipo con la información genética referente al aspecto de la cara, color de pelo, de los ojos, forma del mentón, etc. Tras recortar y colorear sus cuarenta y seis cromosomas se simuló la gametogénesis y se juntaron los cromosomas maternos y paternos obteniendo una combinación aleatoria de alelos y por tanto de carácteres. Tras ponerle nombre y con el cariotipo de los niños y de las niñas ya ordenados se anotó la información de los diferentes genes para cada pareja de cromosomas. El aspecto del recién nacido (fenotipo) es el resultado de los genes aportados por los padres a partes iguales (genotipo). Consultando la tabla adjunta que se entregó a los alumnos, dibujaron la cara de los niños y niñas utilizando la información resultante de la combinación de alelos y condicionados por el ambiente en el que viven.
Hemos pasado un buen rato aplicando lo aprendido, dibujando y recortando, pero también ha servido para reflexionar sobre las bases biológicas de la biodiversidad humana y valorar la importancia de la variabilidad de caracteres que nos enriquecen a todos.