La enseñanza de la Historia del Arte en la Educación Secundaria contribuye al desarrollo integral de los estudiantes y les proporciona una comprensión más profunda del mundo que los rodea. Por eso, a lo largo de la Secundaria, realizamos acercamientos con los cuales trabajamos el pensamiento crítico. El estudio de la historia del arte fomenta la capacidad de análisis y los estudiantes aprenden a observar, interpretar y cuestionar las obras, lo que pueden aplicar en otras áreas de su vida.

El arte permite al alumnado contextualizar culturalmente diferentes culturas, períodos históricos y contextos geográficos, con los que aprender sobre la evolución de las expresiones artísticas a lo largo del tiempo y cómo estas reflejan las diferentes épocas.

Colateralmente, permite fomentar la creatividad, al estudiar obras de arte y aprender sobre diferentes movimientos artísticos, los estudiantes pueden inspirarse para desarrollar su propia creatividad. Pueden experimentar con diferentes medios artísticos y estilos, lo que puede ser valioso tanto para su desarrollo personal como para su capacidad de resolución de problemas.

La historia del arte permite a los estudiantes conocer y apreciar el patrimonio cultural de su propia sociedad y del mundo en general. Esto les ayuda a desarrollar un mayor respeto por la diversidad cultural y un sentido de pertenencia a una tradición artística más amplia.

El arte también puede ser una poderosa herramienta para promover la empatía y la sensibilidad hacia las experiencias y perspectivas de los demás. Al explorar obras de arte que representan diversas realidades humanas, los estudiantes pueden desarrollar una comprensión más profunda de la diversidad y la empatía hacia los demás.

Os adjuntamos aquí alguna investigación realizada por los alumnos de 4º de Secundaria, a través de las cuales profundizaron en obras concretas que habían atraído su atención a lo largo del curso.