San Juan Bautista de La Salle supo proyectar la imaginación en su itinerario de vida y en todas y cada una de las iniciativas que fue poniendo en marcha: organizó las escuelas populares, fundó una Institución con vocación de progreso y de universalidad, escribió libros con ideas nuevas y mejores y sembró inquietudes que se prolongaron más allá de su muerte. Fue capaz de ser creativo partiendo de la realidad que vivió en el día a día.
La Salle “imaginó” una escuela nueva donde se educaba desde la fraternidad; una escuela que educaba en la fe más allá del prestigio y nivel intelectual que pudieran proporcionar; y una escuela en servicio hacia los más necesitados.
Hoy nos toca a nosotros hacer realidad este valor en medio de nuestras Comunidades Educativas. La imaginación nos abre a nuevos mundos, ideas, percepciones, además de conectarnos con nuestra parte creativa animarnos a actuar, a movernos, a ser protagonistas.
Con este lema queremos iniciar un movimiento en todas las personas que formamos La Salle. Un movimiento que se inicia en nuestro interior y sale hacia fuera con mucha fuerza.
Se trata de introducirnos en el mundo de los creadores y aprender con ellos a mirar de manera diferente, a proponer opciones donde nadie ha buscado antes, a anticiparnos a los problemas y dificultades y ofrecer respuestas nuevas, a soñar con un mundo diferente del que tenemos ahora. Un final abierto, que se completa de alguna manera con la creatividad de cada alumno.
Esta es la idea que se refleja en el cartel. Una imagen que da juego en función de la posición en la que se observe, revelando que no existe un solo punto de vista. Porque solo quien se atreve a mirar desde otra perspectiva es capaz de hallar nuevas soluciones.
¿Imaginas con nosotros? Súmate al reto y soñemos un mundo mejor en el que nuestros alumnos tomen parte activa.