Gracias al Ayuntamiento de Madrid y su programa educativo para colegio “Madrid, un libro abierto”, los alumnos de 3º de Secundaria han podido disfrutar de una interesante visita al Madrid de Carlos III.

Cuando este rey, tercer hijo de Felipe V llegó a España para reinar, después de la muerte de su medio hermano Fernando VI sin descendencia, se encontró con una capital que desmerecía mucho de la idea que él quería otorgar a su reinado.

Impulsó definitivamente las obras del Palacio Real, pues el alcázar se había quemado durante el reinado de Felipe V. Sin embargo, más allá de estos trabajos, fueron numerosas sus actuaciones para ennoblecer la ciudad. Las chocolateras de Sabatini, el comienzo del alcantarillado, el pavimentado de calles y la iluminación de la ciudad son algunas de las actuaciones del que habría de ser conocido como “el mejor alcalde de Madrid”.

La imagen de su poder se centró en la zona del Paseo del Prado (que entonces era conocido como el Salón del Prado). Allí, además de la Puerta de Alcalá (Sabatini), Las fuentes de Cibeles, Neptuno, Apolo y la fuente de la alcachofa (Ventura Rodríguez), llevó a cabo un intenso programa volcado en la ciencia.

El actual Museo del Prado estuvo destinado a ser la Academia de Ciencias, que experimentaba con las plantas del colindante Jardín Botánico, para sanar a los madrileños en el Hospital San Carlos (que es hoy el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía).

Lamentablemente, no está permitido el acceso al Real Observatorio, pero es una visita que sin duda alguna podemos recomendar. ¿Sabes que en las noches de verano suelen organizar visitas guiadas con observación de las estrellas?

Aprovechamos para cerrar la visita con una fugaz mirada al Ayuntamiento de Madrid, que fue en origen el Palacio de Telecomunicaciones de Antonio Palacios. Y también echando un ojo a la fastuosa escalera noble del Almirantazgo de Marina, aunque sería mejor deleitarse con la visita al Museo Naval.

Carlos III marcó la vida de los madrileños, que vieron su ciudad ennoblecida y convertida en una moderna capital europea de finales del s. XVIII. Hoy seguimos teniéndole muy presente. No todo va a ser estudiar hechos y batallas.