El uso del microscopio óptico nos permite abrir la mirada a un mundo apasionante, muy próximo pero desconocido para una gran mayoría. Las alumnas de Biología de 1º de Bachillerato han puesto en práctica sus conocimientos sobre la célula y los tejidos animales y vegetales.
Haciendo uso del microscopio óptico, de claves de identificación, de manuales de histología animal y vegetal, y de atlas histológicos disponibles online, fueron capaces de distinguir el tejido muscular esquelético del tejido muscular liso por las estriaciones del primero, identificaron los condrocitos del tejido cartilaginoso, los estomas de la epidermis del tejido vegetal, así como sus vasos conductores: xilema y floema, aunque con cierta dificultad para distinguir las células cribosas de los elementos del vaso.
Todos estos y muchos otros tejidos serán objeto de identificación a lo largo de la evaluación. Estamos seguros que la experiencia práctica es una de las mejores formas de aprender.
Para completar el trabajo de laboratorio aprenderemos a preparar nuestras propias muestras, que obtendremos utilizando un microtomo de mano. En los tejidos vegetales, la pared celular constituye un armazón que presta a la muestra la rigidez necesaria para poder cortarla, pero en los tejidos animales, al no existir ese armazón, la rigidez hay que lograrla artificialmente, bien congelando la muestra para que el agua sólida aumente su dureza o bien sustituyendo dicha agua por otro líquido que pueda ser endurecido. Para facilitar su extracción utilizaremos tejido vegetal, pero está claro que tenemos aún un apasionante trabajo por delante.