Durante estos días de octubre, los profesores del Colegio hemos preparado para nuestros alumnos de ESO y Bachillerato unas convivencias cuya importancia deriva del carácter propio de los centros La Salle.
Entendemos la formación integral de la persona como una clave esencial en nuestra educación. Día a día se trabaja en ella, con la tutoría, la reflexión de la mañana, en las clases y conversaciones,… pero es bueno dedicar una jornada a comienzo de curso para profundizar, al tiempo que trabajamos así la cohesión de grupo y el conocimiento mutuo.
Desde hace ya seis años, en los colegios La Salle tenemos implantado el programa HARA, a través del cual queremos fomentar la interioridad en un mundo lleno de constantes impulsos. Son momentos para detenerse y focalizar la atención en uno mismo, trabajando con los sentimientos y experiencias cotidianas que marcan quiénes somos.
HARA nos permite relajarnos, pensar en las emociones y expresarlas, conectar con el mundo y nuestros compañeros. Al mismo tiempo, como centro La Salle que tiene su mirada puesta en la fe, se apuesta por la trascendencia como una faceta inseparable a la condición humana. Los valores del Evangelio nos plantean en este contexto desafíos y modelos de convivencia y crecimiento personal que se ofrecen a los alumnos para su desarrollo integral.
¡Estamos seguros de que durante estos días nuestros alumnos han crecido como personas y disfrutado de los pequeños momentos con los compañeros!