LO QUE BIEN EMPIEZA… el comienzo del día, de un proyecto, de una semana especial. Nos predispone positivamente a la acción.
Nuestra escuela comienza recibiendo, acogiendo a nuestro alumnado: darles la bienvenida, interesarnos por su ánimo, transmitir alegría por el encuentro es la actitud dominante en este momento. En nuestra tradición e identidad está empezar la jornada con actitud de escucha y reflexión así como de confianza y oración. Es un momento de serenidad, interioridad y comunidad.
Es importante situarnos en lo que va a suceder, cuál es la planificación para ese día o semana. Tener una visión anticipada facilita la conciencia, el centraje y la eficacia.
Los Principio Pedagógicos que se hacen más presentes en las Acogidas son los de INTERIORIDAD (reflexión, visualización), AUTORREGULACIÓN (atención, funciones ejecutivas, planificación, previsiones) Y CONSTRUCCIÓN DEL PENSAMIENTO (síntesis, organización, estrategias y procedimientos diversos).
Disponemos de tiempos diarios para trabajar los distintos elementos que están integrados en las Acogidas. Esto significa que no todas las Acogidas son iguales. Aseguramos en todas ellas la BIENVENIDA, LA ORACIÓN-REFLEXIÓN y una PLANIFICACIÓN básica. El resto de los elementos (presentación de temas o procedimientos, recordatorios, etc.) es aleatorio en función de las necesidades del día, semana o de lo que otros ámbitos estén desarrollando (talleres, seminarios o proyectos).
Si en las Acogidas hablábamos de “LO QUE BIEN EMPIEZA…” en este caso podríamos decir lo importante que es cuidar el final del día, sesión o proyecto: necesitamos poder cerrar la jornada con tranquilidad. Echar un vistazo a lo hecho, lo aprendido, lo vivido y lo que falta por aprender, por descubrir.
Es la oportunidad de reflexionar individual y cooperativamente para poder planificar los siguientes pasos, identificar errores y aprender de ellos, compartir los éxitos y fracasos. Es el momento de activar procesos de metacognición. La actitud en estos momentos es la de introspección, autoconocimiento. Acompañar a nuestro alumnado a fijar su atención y su análisis en lo realizado: en el plano cognitivo, en el emocional, en el conductual y social. Se trata de dotarles de instrumentos y recursos para hacer una síntesis, un balance; instrumentos para la auto y la coevaluación con su correspondiente plan de mejora y pasos a seguir. Rescatar la planificación que teníamos y revisarla.
Es el momento adecuado para la gestión de agendas y otros recursos de planificación o programación. Sin olvidarnos de CELEBRAR: nos gustaría que nuestro alumnado experimente e incorpore entre sus rutinas el celebrar lo conseguido, poco o mucho, lo aprendido, lo vivido; desde el agradecimiento, la satisfacción, lo compartido.